28 de julio de 2011 por
El proyecto establece que la jornada de trabajo diaria no podrá exceder de seis horas y que el trabajo prestado no podrá exceder de cinco días por semana. La jornada de trabajo íntegramente nocturna no podrá exceder de cinco horas y treinta minutos, entendiéndose por tal la que se cumpla entre la hora 21.00 de un día y las 6.00 del siguiente. Cuando se alternen horas diurnas con nocturnas se reducirá proporcionalmente la jornada o se pagarán los minutos de exceso como tiempo suplementario. El trabajador gozará de un descanso de quince (15) minutos cada dos (2) horas efectivamente trabajadas. El trabajador que por razones del servicio deba trabajar en feriados nacionales, percibirá sus haberes con un incremento del cien por ciento (100%), sin perjuicio del franco compensatorio correspondiente. Los sistemas de comunicaciones deberán garantizar una pausa mínima de quince segundos entre llamadas, a los efectos de permitir el descanso del teleoperador. Además, entre jornada y jornada, el trabajador gozará de un descanso mínimo de 12 horas.
Por otra parte, cuando el teleoperador preste servicios entre las 13 horas del día sábado y las veinticuatro del día domingo el empleador estará obligado a abonar el salario habitual con el cien por ciento de recargo, sin perjuicio de su obligación de otorgar franco compensatorio.
El proyecto también establece que, además de los exámenes preocupacionales, deberán realizarse exámenes médicos anuales; menciona los francos por estudio, así como las licencias por paternidad y demás de índole similar.
En el recinto
La iniciativa fue impulsada por Ramón Mestre (UCR–Córdoba) y María de los Ángeles Higonet (PJ-La Pampa) y fue aprobada por unanimidad con 38 votos, sólo dos por encima de lo necesario para el quórum. Antes del debate el jefe del bloque del PJ, Miguel Pichetto, confesó que algunos gobernadores tenían reparos con la iniciativa, a lo que el pampeano Carlos Verna, padrino político de Higonet, contestó sin mucho decoro: “Si tienen problemas, que pongan sus hijos a trabajar ahí”, desafió. Pichetto abandonó el recinto pero su bloque garantizó la aprobación de la iniciativa, que crea un nuevo estatuto para los teleoperadores para que tengan convenios laborales propios y se desprendan de los gremios de Comercio y Telefónicos.
Pero el encuadramiento sería un problema menor: Higonet citó un relevamiento del Ministerio de Trabajo en los call center que registró un 75% de empleados no registrados. Por eso el proyecto antes que nada equipara el sueldo básico con al Salario Mínimo, Vital y Móvil, sin prejuicio de beneficios extra que puedan recibir por logros. Ocurre que en muchos casos se detectaron sistemas de premiación con objetivos desmedidos como única forma de completar un sueldo medio. Las condiciones de los empleados son otro tema a considerar. Se establece un límite de 30 horas semanales, con descansos de 15 minutos cada dos horas sin excepción. “Registramos una gran cantidad de problemas auditivos”, destacó.
También se obligará a otorgar compensatorios por feriados y a pausar 15 segundos entre llamada y llamada, licencias de exámenes y exámenes médicos. Las jornadas nocturnas, de 21 y 6 de la mañana, no podrán superar las cinco horas y media de trabajo y podrán disponer de dos fines de semana por mes dentro de sus días libres.
“Necesitamos resolver una serie de problemas que deben enfrentar estos trabajadores, como una alta rotación en los puestos, en los horarios, y a soportar, en muchos casos, inadecuadas condiciones laborales, despidos masivos y una insuficiente representación gremial, entre otras desventajas”, destacó Mestre.
Córdoba es una de las provincias con mayor cantidad de call center, en muchos casos dedicados a recibir o hacer llamados para todo el continente y hasta países con lengua extranjera.
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